comí allí para el cumpleaños de mi madre. estuvo casi vacío, pero el ambiente era tranquilo y acogedor. el servicio sin más, bueno y rápido. por otro lado, toda la comida estuvo 10/10, tal vez las patatas un poco quemadas, pero no quisimos poner pegas. quitando el entrante, nos pedimos una ensalada y unas quesadillas, todo riquísimo.
Buenas hamburguesas elaboradas y variedad de productos, nachos, aros de cebolla, fingers de pollo, ensaladas, wraps, etc etc.
El servicio algo lento, no mucho, pero estando el local medio lleno ya iban un poco a remolque.
Bonita decoración y todo bastante limpio, quizás se podía mejorar con zonas más confortables tipo los sillones estilo americano .
Las raciones y las hamburguesas son de tamaño considerable.
En nuestro caso nos ha encantado este Black Turtle. Mención especial para Helena de la entrada, súper profesional.
-El tiempo de espera ha sido el correcto de estos sitios.
-La comida súper buena.
-Nos han preguntado varías veces si todo estaba bien, nos han traído dos veces servilletas húmedas para las manos, piruletas para nuestro peque al final …
- Local súper chulo y limpio.
Todo perfecto
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